El valor de la sencillez

Nuestro hogar puede ser un refugio de alegría, calma y bienestar. Para ello podemos apostar por disponer de un lugar o rincón donde poder retirarnos y meditar, descansar o simplemente respirar. 

La sencillez en los materiales, los tonos claros, materiales nobles como la madera, textiles de tejidos naturales como el algodón o el lino, aromas que nos transportan a la naturaleza, como el limón, todo contribuye a crear ese oasis de calma, donde podemos recuperar fuerzas y energía.

Recupera el valor de la sencillez, de lo cotidiano. En medio de una sociedad que nos lanza constantes mensajes para incitar al consumo, para buscar siempre un nuevo deleite, un capricho más éxotico y exclusivo que el anterior, piensa en lo poco que hace falta para ser feliz un día: 
una sonrisa, un te quiero, un gesto de ayuda, una palabra amable...

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Son las cosas sencillas las que engrandecen el alma. 


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